Un día Zaqueo escuchó que Jesús vendría a su pueblo. Había oído de Jesús y deseaba verle, pero por ser bajito no podía verlo porque la multitud lo tapaba. Se trepó a un árbol para poderlo ver. Al Jesús pasar, llamó a Zaqueo y le dijo: " Zaqueo, baja en seguida. Tengo que quedarme hoy en tu casa". Zaqueo bajó del árbol y llevó a Jesús a su casa. Mientras Jesús estaba allí, Zaqueo le dijo a Jesús que estaba arrepentido por las cosas malas que había hecho y que él le daría la mitad de todo lo que él poseía a los pobres. También le dijo que le pagaría cuatro veces lo que le había cobrado de más a las personas. Puede ser que no haya sido muy alto, pero Zaqueo vino a ser un gigante en el Reino de Dios ese día porque decidió seguir a Jesús.
Puede ser que no seas muy alto ahora, puede ser que jamás lo llegues a ser, pero puedes ser un gigante ante los ojos de Dios si decides seguir a Jesús.
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